A pesar de que el alimento comercial ha sido estudiado y creado meticulosamente para las mascotas; existen ejemplares que se rehúsan a ingerirlos por una u otra razón. Pero ¿por qué sucede y cómo puedes remediarlo?
Es probable que tu perro haya perdido el interés por su alimento cotidiano o tengas que cambiarlo por una u otra razón.
Para ellos, lo mejor…
Es importante que la comida comercial que ofrezcas a tu perro sea de buena calidad. Antes de comprar el concentrado dedica dos minutos a leer el contenido o los ingredientes de su banquete.
Respeta los horarios y la cantidad para cada porción.
Ten en cuenta que las raciones deben ser acordes a su peso. Es probable que parezca que no le gusta el alimento cuando exageras la cantidad del mismo, es decir, podrías estar sobrealimentándole.
Obediencia y mezclas de alimento
Antes de ofrecerle el alimento puedes aprovechar para dar el comando de ‘sentado’ o ‘sit’ y cuando obedezca acarícialo y déjale comer. Se adaptará rápido debido a que son animales de costumbres.
Si por una u otra razón estas adaptándolo a un alimento nuevo se recomienda que mescles las porciones paulatinamente. Un ejemplo sería dividir la cantidad del recipiente en cuatro, entonces tres cantidades serán de su alimento regular y una del nuevo; y así, sucesivamente, hasta lograr cambiarlo completamente.
Por otra parte, puedes ablandar su comida agregando agua, fría o tibia (jamás caliente), o caldo de pollo sin sal ni otros ingredientes. ¡Recuerda! El cambio brusco en la dieta de tu mascota puede manifestar incomodidades o desórdenes digestivos.
Siempre debes tener en cuenta que el alimento para humanos puede acarrearle problemas en la piel y, por ende, esto se verá reflejado en su pelaje. A su vez, suele manifestarse por picor constante e irritaciones y caída de melena.
Es normal que al principio la mascota solo ingiera la porción de su comida anterior. No te preocupes, ten paciencia y mantente firme en las pautas, recuerda que ellos son animales de costumbres; y ningún perro sano dejará de comer.
Recuerda informarle a su medico veterinario de cabecera todo lo relacionado a tu mascota. Ellos siempre tendrán la mejor asesoría.