Las especies que habitan en una granja juegan un papel importante en el ambiente, sea para el suministro de alimentos o de materiales específicos e, incluso, en el ámbito afectivo.
Es un terreno utilizado para la agricultura o la cría de ganado (este último es denominado granja comercial). Pero más allá de los bienes que produce para el ser humano, representa una comunidad donde cada miembro cumple una función específica, a pesar de que en ocasiones se lleven como “perros y gatos”.
Vacas, toros y terneros: animales rumiantes que se alimentan de gran variedad de plantas. Tienen el estómago dividido en cuatro partes. Pueden llegar a pesar hasta 800 kilos. Las hembras se diferencian de los machos por sus ubres, mientras que ellos, por su enorme cornamenta y cuerpo robusto. La raza Holstein se caracteriza por la gran cantidad de leche que produce. Ayudan a arar las tierras, y en determinadas labores agrícolas.
Perros: en cualquier granja del mundo puede haber perros como acompañantes y guardianes. Están, obviamente, los perros pastores, pero existe una raza que sobresale entre todas: el border collie. Sumamente obediente, enérgico y con la capacidad para arrear ganado, es el compañero perfecto para los dueños de estas fincas.
Gato: cazadores con sentidos altamente desarrollados; hábiles y activos en horas de la mañana y de hábitos casi nocturnos conocido como actividad crepuscular. Considerados las mascotas más populares en el planeta, los felinos naturalmente se encargan de mantener alejadas a las serpientes, y evitan la sobrepoblación de roedores en la granja.
Gallinas y pollos: son omnívoros. Esto quiere decir que se alimentan de vegetales, frutas e insectos. Este emplumado grupo familiar forma manadas que van creciendo a medida que ponen y encuban huevos. Protectores familiares por naturaleza, los machos adultos vigilan a las gallinas, mientras que los pollos más jóvenes lo hacen con el resto de la manada. Si se sienten amenazados, cantan para alertar a sus congéneres y demás vecinos.
Necesitan dormir en un lugar alto. Esto lo hacen por instinto, para estar alejados de los depredadores naturales, como zorros, perros y gatos salvajes, entre otros.
Cabras: en algunas granjas es común observar rebaños de cabras. Estos curiosos animales son buena compañía para la familia granjera. Proporcionan leche y, al igual que las vacas y los toros, son rumiantes.
Gansos, caballos, cerdos, puercos o cochinos, pavos, ovejas, llamas y hasta avestruces forman parte de esta variada y valiosa familia granjera. Todos aportan lo mejor y cada uno funciona como un engranaje que da fuerza al lugar en el que conviven diariamente.