Con la llegada de los meses fríos a las extremas latitudes del continente americano, numerosas aves de distintas especies emprenden una travesía que las trae a la calidez de nuestras tierras, donde tenemos ocasionalmente la oportunidad de admirar su belleza y contribuir a su protección
Siguiendo rutas predeterminadas que las llevan a surcar gigantescas distancias a través de praderas, cadenas montañosas, selvas, mares y océanos, aves de distintas especies perciben cambios en su entorno que les impulsa en medio de un inquieto frenesí a prepararse para partir a un viaje lleno de riesgos, en una migración que no reconoce fronteras humanas y pone en evidencia la gran maravilla de la creación y sus milagrosas conexiones.
Esa orden de la madre naturaleza también les impone la regla de juntarse para el viaje. De esta forma, algunas aves que pasan gran parte del año defendiendo sus espacios en solitario, tales como las águilas y los halcones, dejan sus aisladas atalayas para marchar unidos hacia destinos más cálidos situados a miles de kilómetros, y una vez allí vuelven a su aislamiento.
Este comportamiento se repite cuando emprenden el viaje de regreso.
Estatus migratorio
Según datos obtenidos en la Guía de Aves Migratorias de Colombia publicada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de este país y WWF; con el apoyo de varias organizaciones e investigadores, alrededor de 275 especies de aves realizan importantes desplazamientos a través del territorio colombiano cada año. Distintas rutas llevan a las aves migrantes a cruzar o a permanecer un tiempo por estos lares; en su búsqueda de mejores condiciones para proporcionarse refugio y alimento. En este tránsito, reciben una categorización de residencia: “Invernante No Reproductivo” o “Invernante con Poblaciones Reproductivas Permanentes”.
De la misma forma, investigadores, grupos ambientalistas, ONGs, así como diversas instituciones públicas y privadas emiten reportes de avistamiento y alertas con diferentes grados de peligro; mientras tratan de conocer mejor las poblaciones de aves migratorias y hacen esfuerzos para brindarles una mayor protección.
Aportes sustanciales
Las autoridades ambientales reconocen que las especies migratorias juegan “importantes servicios ecosistémicos” ; tales como la polinización, depredación de especies “plagas”, dispersión de semillas y el servir de alimento a otras especies. No obstante, deben lidiar con complejos problemas para poder preservarlas, los cuales, sin excepción, requieren la participación consciente de todos nosotros para poder ser superados
Colaborador petLovers: Julio Gonzalez