El embarazo y la tenencia de mascotas si son compatibles y los beneficios que esto acarrea son espectaculares.
Existe una leyenda urbana que dice que no es bueno tener mascotas durante el embarazo; esto es que es totalmente falso.
Dentro de las enfermedades perjudiciales para una persona embarazada se encuentra la toxoplasmosis, pero es importante destacar que no es transmitida directamente por el contacto con los gatos sino al tocar las heces procesadas de animales infectados de la calle que el felino, probablemente, cazó, comió y digirió.
Pero las principales vías de contagios de toxoplasmosis son a través de carne de res, u otros animales, cruda o mal cocida; así como frutas y verduras mal lavadas o procesadas.
Es decir, la compañía del gato no es sinónimo de trasmisión. El punto primordial es la higiene en todos sus aspectos.
Prevención, organización y limpieza
- Antes, durante y después del embarazo la tarjeta de las vacunas de tu mascota debe estar al día.
- Recuerda mantener la higiene y lavarte las manos después de acariciar a tu peludo amigo; especialmente al momento de manipular alimentos.
- Es importante que alguien más se encargue de la limpieza la caja de arena o bebederos de la mascota y, de igual manera lavarse las manos luego de la manipulación.
Tranquilidad y amor
Los expertos comparten que el tener una mascota durante el embarazo aporta tranquilidad tanto para la persona como para la familia.
La embarazada tendrá su ángel guardián en casa. Los animales son extremadamente inteligentes y pueden notar los cambios físicos y hasta escuchar los sonidos provenientes del interior de tu barriga.
Está científicamente comprobado que el ronroneo de los gatos calma a las personas y regula los latidos del corazón. Los perros, por su parte, son muy empáticos durante y después del embarazo.
Es importante que antes de la llegada del bebe vayas adaptando a tu mascota con aromas y espacios. Se recomienda asesorarse con un experto en comportamiento animal para mayor conexión con el nuevo miembro en la familia.