Nuestras mascotas sí pueden tener una pseudogestación o pseudopreñez, presentando los mismos síntomas de una concepción normal, pero sin presencia de cría. Te explicamos en qué consisten los embarazos psicológicos
¿Nuestra mascota puede tener un embarazo psicológico? A diferencia de los seres humanos, donde la mujer se sugestiona mentalmente manifestando algunos pocos síntomas de estar embarazada, en los animales es su organismo el que provoca los síntomas de preñez. Es por eso que es errado decir que las mascotas presentan embarazos psicológicos; los términos aceptados son pseudopreñez o pseudogestación.
Este desequilibrio, que se produce en los animales domésticos, es muy común y más frecuente en las hembras que nunca han parido. Dos de cada diez perras lo sufren unos meses después del celo. En gatas también se da, pero es infrecuente por su ciclo de celo múltiple.
“La pseudogestación es muy parecida al embarazo normal en manifestaciones: agrandamiento en la barriga, crecimiento de glándulas mamarias e incluso lactancia debido al aumento de la prolactina. A futuro, puede generar mastitis y hasta hiperplasia mamaria”, nos explicó la médica veterinaria Stephanie Lancheros.
Proceso ancestral en perras
La pseudopreñez es un proceso natural. Es para los animales salvajes, que viven en grupos o manadas, un mecanismo de supervivencia muy práctico, ya que permite que todas las hembras del grupo participen en la crianza de los cachorros para que éstos tengan más probabilidades vivir. Así, cualquier hembra de la manada será capaz de criar una camada en caso de que la madre biológica enferme o muera. En el caso de las perras domésticas, la pseudogestación es herencia de sus antepasados salvajes: los lobos.
En perras, la pseudopreñez aparece unos dos meses después de una ovulación que no termina en gestación. La prolactina (hormona encargada de la producción de leche, el aumento del tamaño de las mamas y la aparición de comportamientos maternales) es la principal causa de este estado, no obstante, aunque todas las perras producen esta hormona durante la última etapa del celo, solo algunas muestran síntomas claros de pseudogestación.
Los síntomas más comunes de la pseudopreñez en perras son:
- Intranquilidad
- Irritabilidad
- Anorexia o pérdida de apetito
- Disminución de la actividad
- Ganancia de peso
- Aumento del tamaño de las mamas: aunque no en todos los casos, muchas veces las glándulas mamarias de la perra pueden llegar a producir un líquido acuoso, sanguinolento, parecido a la leche.
- Cambios de comportamiento.
¿Qué se hace entonces cuando una perra presenta este estado? Lo primero, destaca la doctora Lancheros, “es descartar un verdadero embarazo, por lo tanto, la opción más acertada es acudir al veterinario”.
Si realmente estamos ante un proceso de pseudogestación, se recomienda incrementar el nivel de ejercicio, y en el caso de que haya producción de leche, se debe disminuir la cantidad de alimento diario, para con esto bajar la producción y evitar de esta forma la mastitis que puede ser muy dolorosa; y no dejar que se lama las mamas, ya que eso estimula dicha producción.
Las perras pueden desarrollar la conducta maternal construyendo un ‘nido’ al adoptar un muñeco como si fuera su cría. “En este caso no debemos afianzarle ese comportamiento para no estimular la producción de leche. Con cuidado y distracción se le debe retirar el objeto adoptado”, recomienda la doctora Stephanie.
Normalmente los síntomas desaparecen por sí mismos en dos ó tres semanas, pero en caso de que sobrepase las cuatro semanas, o si nuestra perra se encuentra muy alterada, debemos llevarla al veterinario para su manejo médico.
¿Y en gatas?
Las causas para que un minino presente una pseudopreñez es por naturaleza hormonal. Las gatas al tener el celo ovulan, y hayan sido montadas o no, el útero produce un quiste llamado cuerpo lúteo. En caso de no haber fecundación, este quiste tiende a desaparecer. Lo que ocurre en la pseudogestación es que en vez de que esto ocurra, el quiste se mantiene y activa el mecanismo de los embarazos, entre cuyos síntomas se encuentra la producción de progesterona.
Esa hormona se libera en las semanas siguientes al celo, cuando la gata se encuentra más receptiva al acercamiento del gato macho. Durante esta fase, la pseudogestación puede ocurrir así no haya ocurrido el apareamiento, porque la hormona es capaz de actuar por sí misma y ‘engañar’ al cuerpo del animal que no logrará distinguir entre un embarazos reales y embarazos falsos.
Estos son los síntomas de la pseudopreñez en gatas:
* Aumento de peso e hinchazón del abdomen
* Agrandamiento de las glándulas mamarias.
* Vómitos
* El ciclo de celo se detendrá
* Producirá leche y flujo vulvar
* Actuará de manera demasiado maternal y amorosa
* Cansancio y letargo.