Cada uno de de los siguiente personajes atraparon al mundo entero a través de sus pensamientos escritos. Se podría decir que lo mismo le sucedió a ellos, en el preciso momento que les estigmatizó la sublime y enigmática ‘gatonalidad’ de sus acompañantes felinos.
Jorge Luis Borges
El escritor argentino es uno de los escritores más importantes, incluso sin ganar un premio Nobel. Su gato se llamaba Beppo, y nadie puede describirlo mejor que Borges en un poema llamado con su nombre:
Charles Bukowski
Es considerado uno de los escritores estadounidenses más influyentes y, además, es caracterizado por su irreverencia y sentido -a veces negro- del humor. Bukowski tenía un secreto para vivir eternamente:
Julio Cortazar
Cortázar es argentino, pero vivió gran parte de su vida en Francia. En París, por mucho tiempo, su única compañía era su gato: T.W. Adorno. Sobre su relación con el felino dijo:
Darío Jaramillo
Jaramillo es antioqueño; novelista, ensayista y considerado uno de los mejores poetas de Colombia. En su obra hay maúllos y ronroneos felinos. Él asegura que: