¿Sabías que los perros tiene la facultad para reconocer cuando eres injusto con ellos? Mejor busca una silla y entérate.
El Instituto de Investigación Messerli en la Universidad de Veterinaria en Viena, junto a las filosofas Judith Benzschwarzburg (alemana) y Susana Monsó (española), en conjunto al Laboratorio de Clever; llevó a cabo un estudio con dos perros que reveló algo bastante interesante, los canes tienen capacidad moral.
Se trata de un ejercicio repetitivo que arrojó resultados más rápido de los esperado. Llegaron a esta determinación cuando a uno de ellos se le pidió dar la pata y al hacerlo obtuvo una recompensa, mientras que a su compañero se le solicitó lo mismo, pero sin otorgarle el premio. Después de realizar varias rondas, uno de los perros, el que no recibía su recompensa a pesar de obedecía, dejó de colaborar inmediatamente.
El experimento también se realizó por separado. En esta oportunidad el ejemplar que no recibía la recompensa obedecía una y otra vez sin problemas, porque lo asociaba con un juego. Pero cuando esto sucedía con un compañero que sí recibía premios; este dejaba de colaborar nuevamente.
Aversión a la desigualdad
Luego de varios intentos y comprobar los resultados los expertos concluyeron que el perro no colaboró porque este considera que su trato fue injusto; esto, según los estudiosos, se llama aversión a la desigualdad o rechazo por distinción.
Cabe destacar que este ha sido un proyecto único es su campo. Las filosofas acotan que, normalmente, el sentido de la justicia es algo atribuido a los humanos, pero también puede apreciarse en los animales. Alegan que ellos poseen otras capacidades protomorales como, por ejemplo, la empatía y el altruismo.
Expresan que, las personas están acostumbradas a clasificar y a subestimar a aquellos animales que sirven como fuente alimenticia como el cerdo, las vacas o la gallina, por ejemplo; es decir, que el humano minimiza las capacidades cognitivas y emocionales de estas especies, mientras que en el caso de los perros se peina lo contrario. Y tú, ¿qué tanto conoces tu mascota?