Mueve su cola, emite sonidos para comunicarse y, literalmente, hasta sonríe cuando llegas a casa. Al parecer demuestra su felicidad, pero, ¿sabes qué siente tu perro al verte?
Gregory Berns, neurólogo catedrático de la Emory University School of Medicine de Atlanta, fue el primer científico que logró escanear, a través de resonancias magnéticas, las sensaciones neurológicas que perciben los perros cuando observan a su amo.
Investigadores de la universidad de México realizaron un trabajo similar. Ellos, al igual que Berns, deseaban determinar qué es lo que siente tu perro cada vez que llegas a casa o compartes con él. Para este proyecto utilizaron siete canes de las razas más inteligentes y expresivas: cinco border collies, un golden retriever y un labrador, a los que se les realizó la prueba de MRI o mejor conocido como resonancia magnética.
Reconocimiento facial
El proceso consistió en mostrar 50 imágenes de personas, y otras de objetos inanimados. Los resultados sorprendieron a los investigadores, debido a que la corteza temporal del perro se “iluminaba” con actividad cada vez que observaba fotografías de rostros humanos.
Los expertos indican que esa porción de la corteza cerebral podría ser anatómica y funcionalmente similar a las regiones que se encuentran en otras especies como, por ejemplo, el ser humano. Esto quiere decir que tu mascota, al igual que tú, utiliza de forma equivalente el proceso de reconocimiento facial. Los rostros de personas provocan “explosiones” de actividad en algunas estructuras del cerebro, a diferencia de los objetos inanimados.
Intensa alegría… ¿metáfora?
Para nadie es un secreto que el perro es un ser especial que brinda confianza y lealtad. Al parecer fue creado exclusivamente para vivir al lado de su amo o de miembros familiares humanos.
Las reacciones son diversas: desde dar vueltas, saltar y ladrar, hasta intentar trepar a tus brazos. Toda esta demostración de añoranza y excitación no es una metáfora. Los perros perciben a las personas como un grupo diferente, pero sus dueños o seres cercanos son considerados como parte de la manada. Incluso, prefieren buscar ayuda en ellos que en sus congéneres. Esto indica que son conscientes de que el humano puede brindarle recursos de los que carecen los de su misma especie.
Los estudios realizados comprobaron que tu perro sabe distinguir perfectamente entre un miembro de su especie y un humano; lo mismo sucede con los aromas –conocidos y desconocidos- y básicamente el olor de su amo es una recompensa para su cerebro; algo que no es comparable con otras “fragancias”.
Resultados indiscutibles
El perro ha evolucionado hasta convertirse en un ser más sociable que su pariente más cercano, el lobo, y esto es algo que le ha ayudado a triunfar como especie. Y a pesar de que existan personas que dicen que el perro por ser fuente de alimento, teoría que puede que sea correcta, pero los resultados realizados por expertos revelan resultados totalmente distintos.
Si aún se desconoce gran parte de lo que sucede en el cerebro del hombre, es lógico que no sepamos qué pasa por la mente de los animales. Lo que indiscutiblemente se ha comprobado es que los perros experimentan emociones similares a las del ser humano, y entre algunas de ellas está la felicidad.
Algunos investigadores han corroborado que entre el perro y su amo existe una conexión tan especial, y de tanta fuerza, que es comparable al amor de una madre humana por su hijo.