Cuando se habla de mascotas o animales de compañía es normal que solo se piense en perros y gatos, pero existen otras especies que son espectaculares y realizan simbiosis con el humano, por ejemplo, las gallinas.
Son aves sociables, a las que les encanta hurgar entre los matorrales y la tierra. Disfrutan tanto de la compañía de animales no humanos como de este bípedo con vestimenta.
Las gallinas carecen de dentadura, es por ello que su dieta es diferente a la de los perros y los gatos. Estas aves disponen de un órgano denominado molleja, allí se encuentran pequeñas piedras que se encargan de moler o triturar los alimentos que el emplumado ingiere.
Pero, ¿cómo llegan esas piedrecillas a ese lugar? La naturaleza es sabia y el instinto de las gallinas haces que ingieran dosis mínimas de arenilla para que la molleja cumpla su función correctamente.
De igual manera, en el mercado animal existen productos que incluyen estos componentes.
¿Qué comen las gallinas?
A través de los años la industria en alimentación animal se ha encargado de desarrollar suplementos alimenticios perfectos para estos emplumados.
Si recientemente tienes una gallina como animal de compañía y te gustaría preparar su propio menú debes tener en cuenta qué puedes darle y qué no.
Las frutas, verduras, el cereal, insectos, pan molido húmedo, incluso; carnes y pescado están dentro de su dieta básica. En el jardín es normal que las veas comiendo lagartijas, mariposas, lombrices y escarabajos. Recuerda colocarle agua fresca en todo momento.
Prohibido dentro del menú
Existe, como en todo comensal, alimentos o ingredientes que podría ser perjudicial para tu emplumado amigo; toma nota y está alerta ante ellos.
Dentro de los alimentos prohibidos para las gallinas se encuentran las cebollas, aguacates, los cítricos, la piel de las papas y frijoles secos. Un consumo esporádico no hace daño, pero ingerirlos constantemente si es perjudicial.
Son animales diurnos, esto quiere decir que son más activos durante el día. Es importante que el lugar donde vaya a dormir esté libre de humedad.
No es recomendable el confinamiento en jaulas. Recuerda respetar las condiciones naturales de la especie para que la coexistencia sea óptima.