Campesinos asentados en los alrededores del Parque Nacional Natural Serranía del Chiribiquete son responsables de cuidar 75.000 hectáreas de bosques
Las medidas mundiales de aislamiento por el COVID-19 sin duda han dado una tregua al medioambiente produciendo el ‘milagro’ de ciudades sin el acostumbrado smog. Actualmente, en urbes mundiales se pueden observar animales silvestres caminando por calles desiertas de humanos, o playas, canales y bahías cristalinas, llenas de vida marina.
Lamentablemente, no es el mismo efecto que están experimentando distintos bosques del planeta; donde la deforestación avanza sin atención mediática opacada por noticias igualmente graves como es la de la pandemia.
A pesar de todo, desde Colombia surge un rayo de esperanza del oscuro panorama de sus bosques, donde campesinos que venían siendo parte del problema, sacan lo mejor de sí para convertirse en parte de la solución.
Estas personas protegen los bosques de su entorno como garantía de su supervivencia, donando a nuestro planeta un ‘respirador natural’.
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Por ahora, son 47 campesinos de 21 veredas en la jurisdicción de dos departamentos, Guaviare y Caquetá, quienes desde 2018 se han venido involucrando en el programa Guardianes de los Bosques de la Amazonía, sin embargo, no deja de ser significativo el ejemplo que están dando estos vigías medioambientales.
Son innumerables las amenazas que se ciernen sobre este importante pulmón natural, desde incendios, deforestación y contaminación producida por actividades mineras, agrícolas y ganaderas, hasta la presencia de grupos armados al margen de la ley.
Sin duda alguna, estas actitudes los eleva a la categoría de héroes; algo que merece el respaldo de todos los colombianos y de la humanidad su conjunto.