A pesar de que han pasado centurias desde que los gatos conviven con los humanos, estos no dejan de sorprender a sus propietarios con su comportamiento, por ejemplo, cuando frota su cabeza.
Tu gato frota su cada contra la tuya porque al hacer, literalmente, te están marcando con su aroma. Esta es la forma en que le dicen a los demás que tú ya tienes un propietario y es felino.
En el rostro de los gatos se ubican glándulas excretoras de feromonas que sirven para marcar el territorio e identificar a sus individuos de confianza.
Las feromonas son sustancias químicas que transmiten mensajes entre diversos individuos y especies. Es algo común en la naturaleza, de hecho, las plantas y los humanos tienen la capacidad de esparcir las suyas.
Este tipo de aromas u hormonas son usadas en las plantas para atraer a las abejas o abejorros para que puedan esparcir el polen. En los humanos es equivalente a los perfumes.
En el caso de los gatos, las feromonas son detectadas mediante un órgano conocido como bomeronasal, que está ubicado en al final del paladar duro, es por ello que, en ocasiones, puedes ver a los gatos oliendo con la boca abierta.
Esta es la forma de recibir y descifrar informaciones otros individuos tal como lo hacen los perros al oler el trasero de su compañero. Detecta el sexo de un individuo, si está enfermo o no, su estado de ánimo entre otros.
Así que la próxima vez que veas a un gato frotándose de cualquier lugar o persona es porque está marcando territorio con su aroma, es decir, identifica aquello o aquel que es de su propiedad.