Si quieres disfrutar del ‘Día de las Brujitas’, debes saber que es una noche que encierra varios peligros para tu gato o perro. Revisa estas recomendaciones y cuidados para evitar que se te dañe la fiesta.
En el mes de la ‘brujitas’, y próximamente en Navidad y Año Nuevo, los dulces, chocolates y adornos abundan en nuestras casas. Pero ¡Cuidado! así como para nosotros pueden ser los meses más agradables también pueden convertirse en los más tristes si dejamos las golosinas y los ornamentos al alcance de nuestra mascota pues se puede enfermar o sufrir algún accidente.
Cuidados y prevención
Según la médica veterinaria y especialista en homeopatía, Daniela Peñaranda, las sustancias y elementos más tóxicos para las mascotas en Halloween son los chocolates, las pulseras o barritas luminosas fluorescentes, los dulces y sus envolturas. Veamos en detalle
Chocolate
El componente del chocolate que resulta tóxico para los animales se llama teobromina. Mientras que los humanos metabolizamos la teobromina fácilmente, los perros o gatos lo hacen mucho más lento, lo que permite que se acumule en su organismo hasta alcanzar niveles tóxicos.
“La gravedad de los síntomas dependerá del tipo de chocolate, del tamaño de la mascota y de la cantidad ingerida. Vale la pena recordar que los diferentes tipos de chocolate tienen distintos niveles de teobromina”.
“El chocolate negro contiene los niveles más altos, de hecho, solo 25 gramos pueden ser suficientes para intoxicar a un perro de 20 kilos. Si el perro consume una pequeña cantidad de chocolate, probablemente sólo le produzca vomito o diarrea. Sin embargo, cantidades mayores tendrán efectos más graves como temblores musculares, inquietud, insomnio, convulsiones, incoordinación, coma e incluso la muerte. Los síntomas aparecen a las 4 o 6 horas después de la ingestión”, explica la especialista.
Pulseras o barritas luminosas fluorescentes
Estas barras contienen dos sustancias: dinefilo oxalato e hidrógeno peróxido. Al doblar el accesorio, el tubo interior se rompe y las dos soluciones se mezclan, dando lugar al efecto luminoso. Cuando los animales muerden estas barras por equivocación, pueden presentar síntomas como: salivación profusa (en ocasiones se ve como espuma), agitación, vómito, dolor e irritación de la boca.
Dulces y sus envolturas: por lo general, cuando los animales comen dulces, los ingieren con su envoltura (esto puede incluir pitillos o palos de plástico o madera); la ingestión de papel de aluminio o envolturas de celofán pueden causar obstrucción intestinal, generando síntomas como: dificultad para defecar, vómito, inapetencia y dolor abdominal. En casos graves, esto puede requerir hospitalización y cirugía.
“Adicional a esto al ingerir grandes cantidades de azúcar o alimentos ricos en grasas, pueden generarse en los animales problemas digestivos (vómito, diarrea, gases, etc.) y enfermedades más graves como la pancreatitis, la cual puede presentarse 2 ó 3 días después de la ingestión y requiere hospitalización ya que es una enfermedad muy dolorosa para el animal”, explica Peñaranda.
Ninguno de los tóxicos mencionados tiene antídoto. Los animales pueden requerir hospitalización para mantenerlos en observación y controlar los síntomas mientras se elimina el toxico del cuerpo.