En diversos países de Asia suele ser común la conmemoración e idolatría de los felinos. En Japón, por ejemplo, la estación de trenes de Kishi existe gracias a una gata llamada ‘Tama’.
Hace algún tiempo la compañía ferroviaria japonesa Wakayama Electric Railway tenía pensado cerrar la estación y erradicar la línea de trenes que pasaba por ese lugar, debido a era una line poco transitada y por ende no resultaba factible mantenerla.
Por su parte, los habitantes del pueblo hicieron lo que fuese necesario por impedirlo ya que para ellos el medio de transporte era imprescindible.
Reinvención y trabajo en grupo
Se logró crear la estación automática para que los costos redujeran y, de esta manera, los habitantes pudiesen seguir disfrutando del servicio ferroviario.
Para que esto fuese sostenible, y viable, los japoneses decidieron nombrar a algunos habitantes del lugar como jefes de cada una de las estaciones de esa línea en cuestión.
En la estación de Kishi, por ejemplo, fue nombrado como encargado el señor Koyama; este habitante asistía diariamente a la parada de tren donde se reunía con ‘Tama’, una gata callejera que era conocida por los lugareños.
De gata callejera a jefa de estación
Si bien, al principio, los gerentes empresarios no aceptaban la presencia de felinos en el lugar. Fue el Sr. Koyama quien se encargó de hacerles cambiar de parecer; convenciéndoles para que la dejasen vivir y, a su vez, nombrarla como jefa de la estación. A partir de allí, todo comenzó a cambiar para bien.
Fue entonces que comenzó la nueva etapa para ‘Tama’, con sombrero de jefa de estación, uniforme y ‘salario’ alimenticio.
La noticia se regó como pólvora a través de los medios de comunicación. La publicidad y los visitantes no se hicieron esperar, incrementó el número de pasajeros y, por supuesto, la cantidad de dinero que ayudó económicamente la zona.
Legado y respeto
‘Tama’ fue condecorada en distintas ocasiones por empresarios, alcaldes y gobernadores convirtiéndose en un icono.
Para el 2015 ‘Tama’ presentó un fallo cardiaco que le provocó la muerte. No por esto fue olvidada, en su nombre se abrieron varios locales comerciales dedicados a ella y se construyó un tren diseñado con imágenes representativas de esta gata que fue bautizado como Tamaden.
Por otra parte, la estructura de la estación fue remodelada para que pareciese un gato. Actualmente, existe otra gatita de nombre ‘Hitama’ que es la sucesora de su predecesora.