El exceso de baba o tialismo puede ser característico en algunas razas, pero cuando esto se hace constante es probable que sea por un factor al cual hay que prestarle atención.
Mejor conocido como tialismo, ptialismo o sialorrea, es el exceso incontrolable de baba generado por el animal que, muchas veces, puede ser producido por causas ajenas a la ‘gato o perronalidad’.
Placer, alegría y comodidad
Aunque suene extraño, sí, tu mascota puede segregar exceso de saliva cuando se siente a gusto. En el gato, por ejemplo, esta salivación puede ir acompaña de ronroneos suaves y masajeo con sus patitas. También puede hacerlo cuando tiene su comida favorita cerca.
Intoxicación
El ejemplo más común sería por causas de envenenamiento o intoxicación. En estos casos la mascota producirá saliva o espuma de forma incontrolada. Debes llamar inmediatamente a su médico veterinario de cabecera y trasladar a tu animal a una clínica.
Esto puede suceder porque la mascota ingirió alimento caducado o en mal estado, productos de limpieza o, en ocasiones; a causas de lamer antiparasitarios tópicos.
Problemas dentales
Gingivitis, caries, infección en la lengua, irritaciones o heridas en el área pueden ser los causantes de tialismo en tu mascota. Lo mismo pasa si tiene algún objeto extraño entre sus dientes o en la cavidad bucal.
Vómitos y nauseas
El tialismo se presenta, en gatos, por ejemplo, cuando presenta nauseas producidas por afecciones gastrointestinales o, en su defecto, de la necesidad expulsar bolas de pelo.
Por otra parte, si observas que el tialismo es persistente es necesario contactar a su médico veterinario de cabecera para que lo evalúe y diagnostique.
Al ingerir medicamentos
Es normal verlos salivar después haber ingerido algún tipo de medicamento, por ejemplo, los jarabes; esto no es secreto para los propietarios expertos en felinos. Es muy probable que el tialismo se manifieste por el estrés generado al darle el remedio en cuestión.
Estrés y edad avanzada
El estrés puede ser uno de los factores causantes de la segregación de exceso de saliva. Los gatos son extremadamente susceptibles, lo que puede conllevarles a que sufran de episodios de estrés con facilidad generando entonces tialismo.
El sistema neurológico del animal envía señales que sirven como ‘escudo’ ante el evento que esté ocasionado el estímulo de incomodidad o nerviosismo que no puede controlar.
La solución sería encontrar ese factor estresante para erradicar la producción de saliva de forma exagerada.