Estudios de la Universidad de Washington en Misuri, EEUU. Recientemente han descubierto un insecto capaz de detectar sustancias explosivas de forma eficaz. Se trata del saltamontes Chapulín, Schitoscerca americana.
Durante décadas las autoridades han utilizado a la especie canina para este tipo de trabajos debido a que su olfato es cientos de veces más poderoso que el de otros animales y, a su vez, puede obedecer órdenes con eficacia. Aunque actualmente los expertos aseveran que que el adiestramiento canino para este tipo de actividad tiene costos elevados y, a su vez, requiere tiempo y dedicación.
‘SALTOS’ DE DETECCIÓN Y SEGURIDAD
En los insectos, las neuronas receptoras de aromas u olfativas se encuentran en sus antenas. Gracias a esto tiene la facultad de detectar los aromas que viajan en el aire, tales como el de sus depredadores, alimentos y sustancias químicas. Cada antena tiene, aproximadamente, cerca de 50.000 de estos nervios. Dichas señales llegan a una parte del cerebro conocida como lóbulo antenal.
Los investigadores implantaron electrodos en los lóbulos antenales para evaluar la capacidad de diferenciación de aromas en los saltamontes chapulines. Realizaron pruebas con distintos vapores, algunos de ellos contenían TNT y dinamita. Descubriendo que los distintos aromas u esencias estimulaban zonas diferentes en estos lóbulos.
Analizaron las señales captadas por los electrodos percatándose cuándo los saltamontes detectaban explosivos y cuando no. La precisión de detección con un individuo fue de 60 % mientras que al realizar la prueba con siente saltamontes al mismo tiempo el resultado fue de 80 %. Los próximos estudios se realizarán en zonas con múltiples aromas tal y como sucede en situaciones reales.