Pequeño en tamaño y grande en presencia, el Yorkshire Terrier o Yorkie se ha enseñoreado en cuanto corazón, familia, casa o apartamento se le haya puesto al alcance de sus flecos
Pilas recargables
Avispado y pendiente de lo más mínimo que usted haga, esta pequeña bola de pelos hipoalergénica es energía pura que debe ser canalizada con momentos de juegos, paseos y rondas de cariño, porque le gusta ser centro de atención y se esmera por conseguirlo empleando su astucia, sus ladridos y una gran variedad de expresiones faciales.
Sus Majestades del hogar
Deben ser tratados con respeto y discreción, sobre todo por desconocidos o niños ajenos a su entorno, ya que son celosos con la ‘soberanía’ de su hogar y de sus humanos, además de muy osados, valientes y dispuestos a defender esas ‘posesiones’. Eso sí, con niños, personas, e incluso con perros y otros animales cercanos a ellos, son generalmente cariñosos y tolerantes.
La elegancia concentrada del Yorkie
Sus dueños no se aguantan las ganas de ponerles lacitos y otros accesorios. Pero es que su porte compacto y su aspecto formal y a la vez gracioso, provocan esos impulsos. Cuesta creer que anteriormente eran más grandes y que su miniaturización ha sido un proceso de selección relativamente reciente, que sin duda le han otorgado gran aceptación en las apretadas ciudades actuales, desde su aparición oficial en ferias en el año 1880.
Hair Look
El peculiar aspecto de su pelaje es uno de los rasgos que más llama la atención del “yorkie”. Sin embargo, para tenerlos bonitos y divinos, los expertos normalmente recomiendan al menos dos cepilladas semanales y dos cortes al año. Este ‘peinado’ debe hacerse con el pelo ligeramente húmedo y cortando los nudos complejos y pegostes detectados.
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¡Huyan ratones!
No se extrañen al verlos atacar cucarachas, saltamontes, lagartijas y otros animalitos durante sus paseos o en la casa, puesto que es la más pura expresión de su pasado como cazador de roedores en las minas escocesas de carbón o en las fábricas textiles del húmedo condado de York, al norte de Gran Bretaña, desde donde se rastrean los orígenes de la raza durante la Revolución Industrial.
Larga vida al ‘Rey’ y a la ‘Reina’
Muchos veterinarios y ‘yorkieLovers’ destacan su longevidad: pueden acompañarnos por más de 15 años si le damos el cariño y las atenciones adecuadas. No obstante, también señalan que en estos peluditos son comunes los problemas digestivos, especialmente cuando comen algo ‘indebido’ o cambian de dieta. Otros problemas comúnmente referidos, son: alergias, problemas cardíacos, bronquitis y cataratas.